Universidad
Técnica Nacional
Centro de
Formación Pedagógica y Tecnología Educativa
Sede Regional de
San Carlos
Licenciatura en
Mediación Pedagógica
Glenda M. Chacón
Hernández
Síntesis y reflexión sobre el capítulo 9 del
Libro Enseñar y evaluar
Evaluación de los resultados
Los errores… aliados en la construcción de rutas hacia el conocimiento
Universidad
Técnica Nacional
Centro de
Formación Pedagógica y Tecnología Educativa
Sede Regional de
San Carlos
Licenciatura en
Mediación Pedagógica
Glenda M. Chacón
Hernández
Síntesis y reflexión sobre el capítulo 9 del
Libro Enseñar y evaluar
Evaluación de los resultados
Los errores… aliados en la construcción de rutas hacia el conocimiento
Cuando
se habla de que en algunos países, escuelas, colegios o universidades no se
realizan pruebas escritas como herramientas de evaluación, tendemos a sobresaltarnos,
incluso no cabe en nuestra cabeza otra forma para evaluar, que no sea la que se
ha utilizado a lo largo de tantos años, en el sistema de educación y que se
refiere a la medición del aprendizaje del conocimiento de los otros, mediante
la aplicación de Pruebas Escritas donde la calificación es numérica.
Otra manera de evaluar es posible
Avolio
y Iacolutti (2006), presentan todo un capítulo que habla sobre la posibilidad
de evaluar los procesos de aprendizaje (EPA), despertando la inquietud del
mediador – lector, quien podrá tener la oportunidad de visualizar este difícil
tramo del camino de una manera sencilla y práctica: la evaluación formativa, que
data del año 1967.
Entender
que la evaluación es un acto de comprensión y de posibilidades de mejora
continua y que los errores son parte de ese proceso, permitirá alcanzar un
aprendizaje significativo; en donde se logre entender y comprender por qué las
cosas son como son y ésta entonces, será la labor de la academia o de los
encargados para procurar mejores resultados a partir de mejores procesos.
Señalan
las autoras que “la sanción inhibe la motivación e incide en el aprendizaje de
forma negativa”, hablando por supuesto de la aplicación de pruebas sumativas y
lo que podría ser, otro tipo de evaluación donde esté permitido identificar el
error –sin caer en los excesos de errores- para entenderlo, para que el
mediador tenga la opción de apoyar al aprendiente en el área que se indicó había
debilidades e irle siguiendo el pulso mediante la reflexión, el diálogo y la
madurez desarrollada por el estudiante, para aceptar enmiendas observadas por
sus pares de grupo.
En
este sumar y sumar para hacer el cambio, debe considerarse la necesidad de que
en todo momento, debe imperar un ambiente positivo de recepción en donde la
confianza, la seguridad y la aceptación entre las personas, sea el común denominador,
todo en aras de que el proceso realizado aporte al crecimiento en el conocimiento
de los involucrados, sea de manera grupal e individual.
En el
caso particular de una prueba formativa, deben imperar criterios claros acerca
de qué es lo que se va a evaluar? Y Cómo se va a evaluar?, pudiera ser mediante
una rúbrica de paso por paso que facilita dar respuesta a esas dos
interrogantes y que posibiliten tanto para el mediador como para el aprendiente,
la recolección de evidencien de las fortalezas y las debilidades encontradas y
que a su vez permitan realizar los ajustes necesarios para alcanzar dar
respuestas y la gran oportunidad de continuar en la construcción del
conocimiento.
Como
punto adicional y elemento nuevo en este propio aprendizaje, fue comprender el
significado de formativo y formadora, en donde la primera se refiere al
docente quien planea para transmitir, compartir y además poder observar el
avance y los logros de sus estudiantes y la segunda que está explicada técnicamente
para ser valorada por el aprendiente; es verlo inmerso en su propia inquietud
de encontrar sus errores, de poder enunciarlos, de poder repararlos, sacar sus
propias conclusiones, permitir el recibo de aportes de sus pares y sentirse
satisfecho de su propio logro y de cómo, siguiendo varios caminos, se enrumba
hacia la construcción de su conocimiento.
En
Costa Rica se inició hace apenas un par de años una modificación al sistema de
evaluación, cuya consigna es que los mediadores utilicen la herramienta de
evaluación Formativa. Muchos fueron los comentarios generados tanto por los
educadores, padres de familia y la comunidad acerca del cambio propuesto, entre
ellos recuerdo ¿Cómo que no se van a evaluar a los niños de primer grado?, -No van
a aprender a leer, -La educación está cada vez peor, entre otros. En el documento
elaborado por el Departamento de Evaluación de los aprendizajes del MEP (2013)
aparece este comentario que es interesante analizar “En la práctica pedagógica
es poco el uso que los docentes hacen de la evaluación formativa, como proceso
que provee información para la toma de decisiones, ya que se ha creído que al no
brindar datos cuantitativos, no tiene importancia, y por consiguiente se le
invisibiliza” (p.1)
Efectivamente la primera reacción es de
los educadores, quienes advierten como negativo ese cambio y entonces volvemos
a lo que se indicara al iniciar esta síntesis, es difícil imaginar pasar de un
grado a otro sin haber aplicado una prueba escrita y es que el solo hecho de
planear actividades diferente, introducir innovación al compartir en salón de
clases, hacer de la constante y permanente observación el mejor aliado en el
proceso enseñanza-aprendizaje, encuentra resistencia.
En ese
afán de contar con una evidencia narrada por una educadora; visité la Escuela
Juan Chaves R., quien si acogió esta modalidad de evaluación el año pasado. La siguiente
es la solicitud que efectué vía correo electrónico a la educadora:
Buenas tardes profesora, gracias por atenderme esta
tarde.
El propósito de esta consulta, tal y como le dijera,
es saber, conocer de la experiencia vivida en la aplicación del nuevo sistema
de evaluación a los niños de primer grado de escuela, principalmente, saber:
1- Cómo se sintió usted como mediadora utilizando el
sistema y
2- El resultado o logros de los niños.
Como punto adicional; usted cree que es útil la
herramienta de evaluación formativa y formadora?
Mil gracias por su respuesta.
Al día de hoy no
recibí respuesta por lo que no podré compartir los hallazgos.
ibliografía
Avolio, S. e
Iacolutti, M. (2006) Enseñar y Evaluar en
Formación por competencias laborales. Primera Edición, Argentina.
Torres, R.,
Barrantes, J., Gutiérrez, X., Leitón, O., Marchena, J., Mora, I. (2013). La Evaluación Formativa. Ministerio de
Educación Pública, San José, Costa Rica.
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