jueves, 21 de enero de 2016

Reflexión capítulo III del libro Evaluación, Pedagogía y Cognición

Universidad Técnica Nacional
Centro de Formación Pedagógica y Tecnología Educativa
Sede Regional de San Carlos
Curso: Evaluación de los aprendizajes desde una perspectiva integral
Enero 2016


Reflexión y comentario basado en la lectura del III Capítulo del libro Evaluación, Pedagogía y Cognición del autor Rafael Flórez-Ochoa

Análisis de la enseñanza y la evaluación del aprendizaje según los modelos pedagógicos


En Costa Rica el Consejo Superior de Educación, lanza una propuesta de Política Educativa hacia el Siglo XXI, en el año 1994. Desde ese año, han pasado muchos hasta la fecha y aunque aparecen pequeños destellos de querer hacer un cambio en las estructuras de enseñanza, no se ha logrado avanzar tal y como se propone. En realidad, mucho depende no del sistema; sino más bien de la forma en que se lea y se apliquen las sugerencias para dar ese salto cuantitativo y sobre todo cualitativo en los estudiantes y mediadores, falta camino que recorrer, conciencia que crear y manos dispuestas a emprender esa ruta de diferenciación en el proceso enseñanza – aprendizaje.

Al avanzar en la lectura del III capítulo del autor Florez-Ochoa, inevitablemente se hace un recorrido por nuestra vida de estudiante, desde kínder, pasando por la escuela, el colegio y la universidad y por las diferentes maneras en que nuestros maestros nos trasladaban sus conocimientos.

Son innumerable las experiencias vividas, los aprendizajes logrados, las y los educadores que dejaron huella en nuestra vida, hasta formar lo que ahora somos y lo que aún se nos permite seguir construyendo como seres humanos, a lo largo de las aulas y de horas de trabajo en ese proceso de aprendiencia.

Acuden a la memoria un sin número de eventos, de rostros de maestros y profesores que utilizando sus técnicas de enseñanza, quisieron heredar a la sociedad mejores ciudadanos. Es importante mencionar que y en el caso particular de mi persona ya como mujer adulta, debo reconocer los esfuerzos de esos educadores, que a pesar de contar con muy pocos recursos, lograron transmitir de manera amorosa y llena de paciencia sus conocimientos. Hoy día quizá no se valore ese esfuerzo del mediador, pues son muchos factores que juegan en contra, para poder desarrollar una sesión exitosamente, hay mucho ruido tecnológico alrededor de cada proceso y si no se sabe dosificar, se cae en un tedio y retroceso en la ejecución de los contenidos de los Programas de Educación que en el caso particular de Costa Rica, emite el Ministerio de Educación Pública.

Algo si debe quedar claro y es que cada pedazo de conocimiento compartido por ellos –unos más especiales que otros-, fueron moldeando mi forma de ser, mis valores, actitudes, desafíos, disciplina y otros aspectos que con los conocimientos y legado de mis padres, pudieron definir el rumbo de mis preferencias profesionales y de persona.

Independientemente de la técnica o modelo utilizado, por supuesto imperando para el siglo pasado el sistema tradicional y conductista en mi total formación; he de mencionar al menos un par de ejemplos que hicieron grandes diferencias, y de ahí mi afinidad por las ciencias y la investigación.

En secundaria el método de la profesora de ciencias, implicaba escribir en borrador y luego llegar a pasar la materia en limpio, éste sistema obligaba al estudiante a repasar, pero además de esa técnica, ella nos motivaba a hacer ciertos experimentos sencillos de la cotidianidad, despertando ese amor por las ciencias y por la vida.

Más adelante y ya finalizando la secundaria, opté en el quinto año por la especialidad de laboratorio y también, la guía del profesor y su interés por que pudiéramos aprender-haciendo se hizo presente.

Considero que a pesar de que no recuerdo mucho de mis días en la escuela, si atesoro el complemento de enseñanza de mi madre y de su avidez por conocer nuevas palabras y sus significados, mediante la utilización de un diccionario, acción que aún repito casi que involuntariamente y a pesar de la facilidad de los medios electrónicos, cuando deseo conocer sinónimos o la manera correcta de escribir determinada palabra.

Al permitirme llevar este proceso de licenciatura, me veo –y ya lo hago-, tratando  al máximo de olvidar la “cuadratéz” de mi formación y dejar que la creatividad y la innovación en la forma de compartir conocimientos, sea lo más placentera posible para mí y para los otros. Este reto deberé seguirlo tomando hasta que poco a poco logre el disfrute pleno, en medio de los otros, quienes también son  caminantes en esta vida de construcción, como seres inacabados que somos y a la vez, contribuyendo a que lo plasmado en esa Política educativa, se pueda hacer realidad.

A manera de poder entender, comprender y sobre todo apreciar las similitudes y diferencias entre los modelos que plantea Flórez, se presenta el siguiente cuadro comparativo. Antes de su lectura, es menester hacer énfasis en que cada uno de ellos posee sus pros y contras, así que no existe un mejor o peor modelo, sino más bien, buenos o muy buenos exponentes y prácticos de los mismos, pues el sello personal de cada mediador en el planeamiento de los contenidos, será lo que realmente haga la diferencia.

Modelo
Énfasis
Comentario





Pedagógico Tradicional (Academicista)
Impera el ejercicio, la repetición, la transmisión de los conocimientos del que sabe y lleva a depositar ese saber en sus alumnos. Ya en la segunda mitad del S XX, se introducen los valores como aspectos importantes para la convivencia y la socialización.
Lo que Freire llamaría Educación Bancaria. Es parte de una cultura sistematizada y que obliga a la memorización y a la disciplina como medio para formar el carácter del individuo, se aprecia aquí la importancia de las normas disciplinarias y aspectos de responsabilidad y respeto. Me identifico  con este modelo pues es con el que me formaron mis maestros durante la primaria y secundaria. 




Pedagógico Romántico
También denominado Experiencial o Naturalista, en donde el maestro es un auxiliar y el eje de la educación es el interior del niño, la autenticidad, espontaneidad y la libertad, son las metas del modelo.
Por lo que se aprecia es más a nivel de infante que de joven o de adulto y me genera cierto temor al soltar completamente las riendas al niño, pues considero que si bien es cierto la espontaneidad y autenticidad son características valiosas en la Formación; también lo es, ese acompañamiento que los más grandes puedan brindar a los menores.

Pedagógico Conductista (Exponente Skinner)
El maestro juega un papel de intermediario y la acumulación de conocimientos es relevante. El maestro formula objetivos específicos de instrucción y verifica su cumplimiento.
Ese rol de maestro intermediario, sigue siendo el de vigilante de que los aprendizajes están siendo captados por el aprendiente, tal y como él lo planeó, el control en el proceso es total y el niño avanza en la medida que su maestro enseña.


Pedagógico Constructivista (perspectiva desde la cognición)
El niño es investigador y el maestro es un facilitador y estimulador de experiencias. El mediador debe procurar que el aprendizaje sea significativo.
En este modelo, el estudiante aprende- haciendo. Los objetivos son flexibles, permite la convivencia (interactuar con los demás). Se motiva a la curiosidad y al descubrimiento. El estudiante es parte activa de la evaluación.





Pedagógico Social- Cognitivo
En el trabajo productivo. Se plantean retos y problemas de la realidad. La evaluación es dinámica, detecta el grado de ayuda que requiere el estudiante por parte del mediador, de modo que el estudiante pueda resolver el problema por cuenta propia.
Desde la óptica de los detractores de este modelo, el solo trabajar para ser productivo no es lo mejor, pues se fomenta no la sana competencia, sino más bien la lucha por alcanzar metas de producción, olvidando al ser humano, a pesar de que, según Vigostky, citado por Flórez; el maestro apoyará al alumno para que éste alcance su zona de desarrollo próximo.
Elaboración propia, basada en el III Capítulo del libro Evaluación, pedagogía y cognición, del autor Rafael Flórez, 1995.


Como aporte a este trabajo, deseo recomendar la película o documental de la experiencia real en un salón de clases, desarrollada por el profesor Carlos González: https://www.youtube.com/watch?v=wPaQOT4ybw0




Bibliografía


Consejo Superior de Educación, (1994). La Política Educativa hacia el Siglo XXI. San José, Costa Rica.

Flórez, R. (1995). Evaluación, Pedagogía y Cognición. Colombia.


Producción ALEA. (2103) Entre maestros –La Película- Una experiencia educativa sin precedentes. [Película]. Barcelona, España.         

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